FALLECIDOS PENSAMIENTOS
No me curas con una sonrisa
Ni con el silencioso breve abrazo,
Por que cuando mi amor aplazo
Yo estoy a un paso
De extender el olvido,
De olvidarte a palazos.

No me cura el rozar tu miel
Ni ajustar mi gusto a tu piel
Total la aventura fue ayer.
Y ya no existes en mi cama de ensueños,
Ni en la rutina
Que veneraste al fallecer.

Y ahora que soltaste mi mano
Quedaste en último plano
Quedaste ayer en el frenesí
Del que no debiste nacer,
Y ya no existes en mi cama de ensueños,
Ni en los ósculos vencidos
Porque ya todo eso ha sido
Coronado por el ayer.

VERSOS LITERALMENTE ENFERMOS

Literalmente estoy acabado,
Digitando una oración,
De rodillas en mi habitación,
Con mi poesía asmática
Que necesita tu amorosa nebulización.

Literalmente no te he dedicado nada
Ni te he cortejado con precisión,
Soy un desorbito de hombre,
Que calzo ajustado
Al bolsillo que se rompió.

Literalmente un catarro de amor.
Al costado del cenicero,
Entre la 10 y las 11 de la noche,
Almidonado de dolor.

SOLEDAD AL CUADRADO
Calculo el espacio
Y ando despacio
Sin marchitar
La sombra que se aferra a la pared,
Calculo tu insurgente
Olor ha pecado
Que desde mi punto de vista
Es un manjar desaliñado.
Y me corrompes con la pausa de otoño
Y la capa de viento
Que me trae el silencio,
Pero yo y mi yo,
Sin voz ni voto resignan tu encuentro.
Es así como caes desteñida
A mi hora de partida,
Cuando en la mesa
Solo queda migaja
Y un hipo de desconcertante salida.
Soledad que laboras horas
Como si tejieras gorrioncillos muertos
Soledad que trajinas a mi lado
Pero no para acompañarme
Sino para devorarme
Y después vomitarme.
En el cálculo más absurdo
De aquella matemática que tú inventaste.
Soledad por favor brevedad
En tus largometrajes de lobregura,
Soledad de calvicie mortal
Convulsióname de tus fauces
Que interrumpen mi soñar De licenciatura.

EN EL PODER DE LA OSCURIDAD

Aquí con mi lobregura y
Sin mi sol,
Una caldosa tragedia
Cocina amor,
Carnada de asesinos
Y de futuros
Compadres
Que se disputan mi carne
Porque venero la ilusión.

Aquí en mi más accidental poema
Sataniso el dolor
Y al vergel que cubre mi verso
lo riego
Con las puras lágrimas
Que suprimiste de mi corazón,
Cansado de mañana
Cansado del anís
Y del poder que censura
Tu brebaje caricia de amor.

Por que ya no soy soberano
Del poemario soñador
Ni de tu rítmico candor,
Solo un extranjero
que versa al lado oscuro
con mi cantinero júbilo
que deshoja clandestinos pétalos de amor.

Y al poder de la oscuridad
Marco mi adolecedora
Ternura para que
Tus ojos me busquen en mi interior,
Para que tu ciencia
Carcoma y cale mi espíritu redentor por ti.

SOMOS DE LA MISMA CAMADA
AMOROSA

La invito a llorar conmigo
a la hora que va a soñar,
le sacudo el destino
como los locos amigos
que se congregan en la plaza de la libertad.

Su techo lo hago cielo
A la deriva de su pelo,
Y debajo de su velo
Exploro el karma primaveral
Que en mi cama
Es la pasión matinal.

En la caída del riachuelo
La fragancia lloverá
La esperanza que distrae
La atención de soledad,
Porque su rocé es magistral
De suicidio amoroso,
De inocente sinfonía
Que arranca lo decoroso.

La invito a mi escuelita
De caricias sin frenos,
De soltura total
A la delicia carnal,
Que rebalsa besos
De inmortal inspiración.

La invito a que me explique su no entiendo, no concibo,
Porque hasta hoy tiene un exclusivo
Puesto, en la zona V.I.P.
De mi tibia piel desguarnecida.

La invito, con poemarios
de indómitos versos de besos,
que en nuestro fuego no se queman,
la invito y después de eso
con la soledad me cito
para sacarle la vuelta,
por administrar pedazos de feeling
a mi paupérrimo corazón.